24 mayo 2014

Gilipuertas, parte 1

Este NO es un post sobre vómito.
Por variar un poco.




Bebé-chan no quería dormir.
Era muy tarde y seguía corriendo por toda la casa mientras agitaba los bracitos y gritaba:
-¡PATATA! ¡PATATA!
Los días anteriores Bebé-chan había estado malita, y ZaraJota™ y yo habíamos dormido poquísimo. Ella también, pero luego en la guarde se echaba una siestorra y todo arreglado.
-¡PATATA! ¡PATATA!
ZaraJota™ estaba cansado. Yo estaba cansada. Y Bebé-chan... no.
-¡PATATA! ¡PATATA!
Ya había probado todos los trucos para dormir bebés que se me ocurrían, y al final pensé en recurrir a la psicología inversa.
ZaraJota™ se retiró al salón y cerró la puerta. Yo apagué la luz del dormitorio, me metí en la cama, y anuncié:
-Bebé-chan, mamá se va a dormir. Tú verás lo que haces.
Y lo que hizo fue ir a la puerta y pillarse los dedos.
Cada vez que hemos contado esta historia (somos muy pesados), invariablemente, alguien nos ha dicho:
-Pues venden unos topes para las puertas para que los niños no se pillen que...
Gracias por el consejo. Ya lo sabemos. Es más: tenemos unos topes de puerta muy bonitos. 

El problema es que esos topes de puerta sirven para que el niño no se pille los dedos CON ESE LADO DE LA PUERTA. 
Esto se hace así porque la mayoría de los accidentes con niños y puertas se producen porque el niño intenta cerrar la puerta y se olvida de que sus dedos están en medio y se los pilla. 
Por desgracia, Bebé-chan no estaba intentando cerrar la puerta, sino abrirla.
Esto es lo que creo que ocurrió: 
Bebé-chan tiró de la puerta, y la puerta no solo no se abrió sino que le dio una torta en toda la cara. Entonces pensó: tirando del lado derecho no se abre, voy a empujar el lado izquierdo. 

Bien. Para seguir con la historia voy a contar con la ayuda de un experto forense que, utilizando la tecnología más avanzada disponible en el mercado, va a ayudarme a reconstruir la escena con innovadores gráficos en 3D. De esta forma podréis entender en toda su plenitud lo que ocurrió a continuación. 

No, el dibujo no lo he hecho yo porque estaba aburrida en clase. 
Ya os he dicho que ha sido un experto forense. 
A ver si prestamos atención. 
Bien.
Bebé-chan se pilló los dedos con la puerta y gritó. 
Los niños de hoy en día es que son así: cuando algo les duele, lloran. Es como si pensaran que te importa lo que les pase. Una cosa rarísima. 
Al oír el grito, ZaraJota™ y yo fuimos corriendo a ver lo que había pasado. 
Observamos la situación y la analizamos fríamente. 
Más o menos. 
Así que allí estábamos: ZaraJota™ llorando por un lado, Bebé-chan y yo llorando por el otro, y una puerta con cuatro dedos en medio. 
Cada vez que hemos contado esta historia (ya os he dicho que somos muy pesados), invariablemente, alguien nos ha dicho:
-Si hubieras abierto la puerta habría salido. 
O, por el contrario: 
-Si hubieras cerrado la puerta habría salido. 
Bien. 
Puede ser. 
El problema era que no había forma de abrir o cerrar la puerta sin partir los dedos de Bebé-chan, que estaban atravesados de por medio. 
Y si pensáis que vosotros habríais podido, os animo a meter la mano, a ver qué pasa. Si es posible, grabadlo en vídeo.  
Nosotros lo intentamos, con mucho cuidado, pensando que en cualquier momento íbamos a oír el crack de cuatro deditos partiéndose a la vez. 
No hubo forma. 
Entonces ZaraJota™, abriendo un poquito la puerta, intentó empujar los deditos uno a uno desde su lado. 
Consiguió sacar uno. No es que sea gran cosa, pero entre perder el 80% de tus dedos y perder el 60%, me quedo con el 60%. 
-¿Qué hacemos? -le grité a ZaraJota™ a través de la puerta.
-Voy a intentar desmontar la puerta. 
Más tarde nos dimos cuenta de que era la peor idea que se nos había podido ocurrir: si ZaraJota™ hubiera conseguido desmontar la puerta, se nos habría caído encima a Bebé-chan y a mí, probablemente chafando los deditos de camino. Pero en aquel momento Bebé-chan llevaba cinco minutos atrapada y los dedos se estaban poniendo muy blancos, así que me pareció una idea estupenda. 
-Vale, vale. 
-...
-¿Qué pasa? 
-El destornillador está en TU lado. 
-Pero...sob... es que no puedo soltar a la nena. 
La nena no paraba de retorcerse y tirar para intentar sacar la mano, y tenía que sujetarla para que no se hiciera más daño.
-Vas a tener que soltarla un momento para coger el destornillador, ¿vale?
-Sob... vale, vale. Voy. 
Solté a la nena y fui a por el destornillador, sin acordarme de que ZaraJota™ lo había cambiado de sitio cuando recolocamos los muebles. 
-¡NO LO ENCUENTRO! 
-¡Sí! ¡Está ahí! ¡Está... encima del armario...
.

Nuestro armario mide 2,5 metros de alto. Yo mido 1,57. Ni dando saltitos. 
ZaraJota™! ¡NO LLEGOOOOO! 
-No pasa nada, Lorz... súbete a una silla. 
-Sí... sob... una silla... Eh... ¿dónde hay una silla?


Perfecto.

Continuará...



Pd: Aceite. La solución era echar aceite en los dedos para que resbalaran solos. Solo tardamos tres días en darnos cuenta. 

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo leí por twitter y justo pensé lo del aceite o jabón, pero no comenté nada porque también me da mucha rabia el rollo "listillos a posteriori".
No se si es spoiler de la segunda parte, pero me arriesgaré a decir que me alegro de que todo terminara bien para la nena (bueno, ¡y para todos!).

Anónimo dijo...

Ay, ay!!! qué penita, que dolor!!
Intentando mirarlo del lado positivo igual bebe-chan ha aprendido que cuando toca ir a dormir toca ir a dormir ...

Genín dijo...

Uf!
Que mal trago habéis pasado, pobrecita chiquitina, ella que era la mas sufridora, a fin de cuentas los deditos machacados eran de ella :(
Besos y salud

Uma dijo...

a mi b le pasó parecido con una puerta en la piscina...el comentario más halagüeño que escuchamos de los espectadores fué "mi sobrina perdió una falange asi"

le habria matado!

Ea ea ea ya pasó! que nervios!

Besos

Tita dijo...

Bufff pues gracias por adelantar el truco, por si nos pasa....vaya rato leyéndote, no tardes en ponernos el final con sus deditos perfectos ¡por favor!

María dijo...

Madre mia pobres papis y pobrecita nena!!! Que sufrimiento de post dios mioo!! No me rei na de na con este ehhh un besito a bebe chan

Mi Álter Ego dijo...

Ay, pobrecilla, qué angustia... Aunque reconozco que me he reído mucho con tu storyboard. Besotes!!!!

Maribel dijo...

Pues yo me he angustiado tanto leyendo la entrada (creo que he sentido hasta el dolor de Bebe Chan, pobrecita !) y no he caído ni en aceite, ni jabones ni mantequillas resbaladizas.
Por experiencia, cuando estás en una situación similar a la tuya la mente se bloquea por completo...vamos, que si te preguntan cuánto es dos más dos en ese momento, ni lo sabes...
Ayyy, espero que esté bien, de todo corazón !

ZoeRavenclaw dijo...

Lo leí en el twitter, pero aún así que angustia al leerlo en el post

Borraja dijo...

De niña tuve el mismo incidente que bebe-chan, y también recuerdo a mis padres decidiendo si sacar la puerta, o si al hacerlo me romperían los dedos. Cuanto más rato pasaba, más se me hinchaban los dedos, y tampoco se les ocurrió lo del aceite, me pusieron hielo para que se bajara la hinchazón, y que dolor.
Al final de alguna manera , en uno de los gestos, conseguí sacarlos yo misma cuando mi padre ya había decidido desmontar la puerta y que fuera lo que fuera.
Pobre Bebe-chan y pobres vosotros.

pseudosocióloga dijo...

¿Continuará?....la leche...

Ali EB dijo...

Los dibujos son la caña... jajaja!

Nuria dijo...

Espero que todo saliera estupendo (si no, no creo que estuvieras aquí contándolo como si nada).

He pasado un mal rato leyendo esto, pobrecitos todos, qué angustia.


No tardes en publicar la segunda parte, que nos tienes en ascuas...

Necio Hutopo dijo...

Y, justó así (pero con la puerta de mi salón de clases en 3° de primaria), me rompí yo la muñeca izquierda...

Anónimo dijo...

¡Espero que todo quedara en un susto!
En casa, después de un par de incidentes entre mi hijo y las puertas, pusimos topes como los que comentas y también como este http://amzn.to/1hs6KNB en la parte de las bisagras.
Además, pusimos un protector como este http://amzn.to/1kiWtrO en la puerta de su habitación.
Besos de una madre un poco exagerada ;)

Madreconcarné dijo...

No te lo creerás, pero me ha dado angustia y todo...

Maestro Juanjo dijo...

Yo te iba a dar esa solución...aceite o jabón de manos. Pero veo que tres días después os llegó la idea divina.

Kiss

Pobre Bebé-chan

Anónimo dijo...

Pobrecita mía, qué dolor y qué susto.

En estos casos se recomienda llamar a los bomberos, y lo digo totalmente en serio.

cnd dijo...

Joder, que manera de sufrir leyendote!!!

Hannah dijo...

Llevo tiempo leyendote y siguiendote desde la sombra. Siempre me he reido mucho con tus historias, hasta hoy ..... POR DIOS QUÉ ANGUSTIA !!!! estoy de 35 semanas y por cosas como esta estoy acojonadita ....

Un besito

esperoquetedulce dijo...

Ya puedes dar gracias, yo solita con dos años me corte la primera falange del pulgar derecho de la misma manera. Con mi buenhijo las paso canutas porque me obsesionan las puertas, aunque tranquila , yo no recuerdo nada ahora mi madre y las vecinas no me perdonan lo trasto que fui, un saludo.