17 febrero 2014

Vuelve, a casa vuelve... por febrero II

Previously in Lorz...
No eran los dientes, no. 


Esto va a dar un poco de asquito.


El pediatra no nos quiso explicar de qué se reía. Yo supuse que sería uno de esos chistes de médicos, como cuando te dicen "saca la lengua" y te la pillan con un cepo de cazar osos y se parten de risa.
No entiendo por qué. Y eso que me lo hacen continuamente, pero yo sigo sin verle el chiste.
Sea como fuere, el pediatra nos dio permiso para viajar.
El sábado, como viene siendo costumbre cada vez que salimos de vacaciones, me levanté a las cinco de la mañana para terminar de recoger. A las seis desperté a ZaraJota™ y Bebé-chan. Para llegar a tiempo a coger nuestro tren teníamos que coger el autobús de las siete y media. A las siete y cuarto estábamos listos y me disponía a embutir a Bebé-chan en su abrigo cuando se desató la tragedia:
Bebé-chan empezó a vomitar.
A saco.
Sé que todos hemos potado y visto potar, pero no comprendes la magnitud que puede llegar a alcanzar un evento potatoide hasta que ves a un bebé hacerlo: es como si les bombearan desde dentro. En pocos segundos Bebé-chan y ZaraJota™ se convirtieron el la zona cero, y todas las superficies es un radio de dos metros estaban cubiertas de lo que parecía ser el desayuno a medio digerir de Bebé-chan.
-¡No te muevas! -le grité a ZaraJota™.
Rápidamente cogí a la niña con la punta de los dedos, me la llevé a su habitación, puse una toalla sobre el cambiador e intenté sentarla encima, con tan mala suerte que se me escurrió y se golpeó la cabeza.
No muy fuerte, ¿eh? Lo justo para que sonara.
Entonces empezó a llorar y yo le dije "ea, ea" y ella se lo tomó como una señal de que un abracito sería bienvenido. Y me abrazó, claro. Con todas sus fuerzas y su camisetita cubierta de pota.
Más mona, ella.
Al menos mis pantalones siguen limpios, pensé.
Bebé-chan debió de pensar lo mismo y decidió solucionarlo vomitando otra vez. Por suerte me aparté a tiempo y no cayó nada en mis pantalones: todo fue a parar al cesto en el que metemos la ropa sucia que, por supuesto, estaba lleno de ropa.
Que ya estaba sucia, sí, pero no tanto.
-Ay, dios...
Para entonces ZaraJota™ había conseguido salir del charco de pota del salón y estaba intentando fregar, cambiarse de ropa y ayudarme, todo al mismo tiempo. El resultado visible era que corría por toda la casa gritando y agitando los bracitos cubiertos de pota.
Poco a poco conseguimos poner orden en el caos. ZaraJota™ desvistió a Bebé-chan, la frotó con toallitas de arriba a abajo y la volvió a vestir con ropa limpia mientras yo fregaba por todas partes, porque donde no había caído directamente lo habíamos llevado nosotros al pisar.
El caos.
Con todo a las siete y media volvíamos a estar preparados. Más o menos. Confiábamos en que el frescor mañanero (-2ºC marcaba el termómetro) disipara un poco el olor a pota que llevábamos.
Salimos de casa con un Bebé-chan, una maleta, dos bolsos y los regalos de navidad para la familia de ZaraJota™ y echamos a correr como si nos fuera la vida en ello. Cuando estábamos esperando que se pusiera verde el último semáforo vimos pasar por delante nuestra un autobús.
-No te preocupes, Lorz -dijo ZaraJota™-. No es el nuestro.
-¿Cuál es?
-El 247.
-ZaraJota™, el 247 es el nuestro.
-Mierdaaaaaaa...



Continuará...

10 comentarios:

Borraja dijo...

Pero llegasteis al tren seguro,porque no es II y final, así que...

La desconocida dijo...

El pediatra lo auguró... yo habría pospuesto el viaje otra vez, esto de viajar con un niño que "puede" potar da un yuyu y un asquito a la vez...

Por cierto, feliz lunes!! Tú si que sabes alegrarme los descansos en el curro, aunque sea hablando de potas xD

Necio Hutopo dijo...

¿Asco?... Yo todavía estoy esperando a ver a qué hora me da eso...

Mi Álter Ego dijo...

Ayyyy. A mí sí me ha dado asquito. Es que soy muy aprensiva...

¿Ves? Esto te pasa por haber estado esperando que enfermase. Te está bien empleado. Jajaja. Besotes.

Genín dijo...

Jo tia, que tacaña eres escribiendo, ahora a morderme las uñas hasta que vuelvas a publicar, escribe mas largo, coño... :)
Besos y salud

Fantasma de la Opera dijo...

No sé si deberían inventar una prenda para bebés, algo parecido a un babero con un pequeño motor y extensores de paraguas, de tal manera que cuando los sensores del cuello y la tripita detecten la temperatura, los espasmos u otras señales previas al vómito, se despliegue como un airbag y cubra toda la cara del bebé, dejando por supuesto una amplia y profunda bolsa de retén por delante. También sería bueno que tuviera unos pilotos de aviso: rojo, el crío está vomitando o a punto de hacerlo; amarillo, aviso de que se han activado varias señales, pero no todas; verde, el peligro ya ha pasado/está todo correcto; parpadeo de los tres colores, el aparato está mal puesto, no recibe las señales correctas, o bien hay que cambiarle las pilas. Y si además se acompaña de un pitido en varios tonos, mejor.

En fin, ahí queda la idea.

Un saludo.

Tita dijo...

Todo tiene su parte buena, porque de esto se deduce una ley:

que la probabilidad del caos vomitoso es directamente proporcional a la prisa que llevas, y al valor de lo que lleva/llevas/llevais todos puesto.

A partir de ahora sospecharás SIEMPRE y tendrás una toalla MUY GRANDE y MUY GORDA siempre cerca de ella, o envolviéndola cuando está especialmente guapa vestida,o tengas mucha prisa, por si se le ocurre vomitarse/me/nos, antes de salir de casa.

Yo soy rápida ya que te cagaaaaaaas!!! juas juas juas

Anónimo dijo...

Pues qué queréis, a mí no me hace la menor graciaque un bebé esté enfermo y vomitando y se lo lleven a la calle a -2ºC para coger un autobús, y ello por amor al arte.

Dragona dijo...

Hala, ya habló la cortarrollos, y encima desde el anonimato... ains.

Necio Hutopo dijo...

"Hala, ya habló la cortarrollos, y encima desde el anonimato... ains".... Y que no se ha laído el post, que sabría que no fue por "amor al arte", sino por "amor" a la familia catalana de ZJ y Bebe-Chan (y Lorz, por añadidura).