31 enero 2007

Estrella invitada XIII

Yo quería que Josemi me escribiera un post, más que nada porque algún día se hará superfamoso y podré decir "¿ves ese tío? No era nadie, me escribió un post y mira ahora".
Pero Josemi se negó, y yo lo asumí con la elegancia que me caracteriza:
-Jooooooo... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUÉ?
-Porque ahora toca la estrella invitada XIII, y da mal rollo.
Jo.
Iba a tener que engañar a alguien cuyo bienestar personal no me importara.
Y
Sark aceptó.

-----------------------------
-Jona…
-La diferencia entre saber que nos estamos aburriendo y saber que otro es un pelmazo es exactamente la misma que hay entre saber que nos están asesinandoy saber que otro es un asesino.
-¿Qué dices?
-Es de Chesterton, y la respuesta es no.
-¿A qué?
-A lo que vayas a pedirme, Lorz.
-¿Pedirte? ¿Yo? ¿Qué te hace suponer eso?
-No sé… ¿los ojitos de Bambi?
-Pensaba que eran tu postre favorito.
-Ah, una broma. Vamos mejorando.
-Te quería pedir…
-Es imposible, ya lo sabes. Además, Eme A dijo “me la pido” primero… Contentémonos con montar un periódico o una agencia de detectives.
-Pequeña cosa calva, gritona y arrogante…
-Con halagos no conseguirás ablandarme.
-Lo único que te quería pedir es…
-Estoy tan sorprendido.
-Verás… ¿Querrías ser mi estrella invitada 13?
-¿De cinco a ocho?
-No, un texto.
-No, el número de orden. Vamos, ya he sido tu estrella invitada. Pregunta a mi secretaria. Estoy seguro de que mandé un texto y una foto firmada.
-Pero alguien tiene que serlo.
-Haz lo que todas, búscate a alguien que haga dibujitos.


Y lo hice: Sark hace dibujitos.


-Golpe bajo.
-Profundicemos.
-Bueno… es que toca ser la estrella invitada XIII
-Y has pensado que haga un post sobre Viernes 13, claro.
-Ahm…
-Puedo contar eso tan divertido sobre los actores que hicieron de Jason…
-Pues…
-Espera, tú te quedaste dormida con esa.
-Aha…
-Y con Pesadilla en Elm Street, y con los Zombies, y con las de terror asiático… ¿Cómo eres capaz de dormirte?
-Sí, sé que no debería hacerlo con vosotros cerca pero soy una chica dura.
-Pensé que ibas a hablar de tu familia.
-Ellos ya lo saben.
-Claro, la policía se lo dijo.
-Puedes hablar para la juventud.
-¿Quieres ponerte nostálgica o un texto para los chavales de Manolo?
-¿Escribirías algo para ellos?
-Claro, Manolo nunca descubre qué redacciones escribí yo.
-¿Y para mí?
-Es difícil estar a tu nivel.
-Gracias.
-Después siempre me duele la cabeza.
-Adelante, denígrame si te apetece.
-No, no, ya lo veo claro, tú lo que quieres es algo en tu línea.
-Sí.
-Ancho.
-Serás…
-Encantador.
-Sin duda. Pero hay mucho que puedes contar. ¿Por qué no das tu versión?
- Ella dijo que era mayor de edad.
-No, de lo del museo.
-No pienso escribir sobre eso.
-¡¡¡Llevabas una navaja!!!
-Ni siquiera lo sabía.
-¿Cómo puedes llevar una navaja sin saberlo?
-Uno no puede tener controlados todos sus bolsillos.
-¡¡¡Y no te querías desprender de ella!!!
-Tonterías, no me importa desprenderme de la navaja pero me molesta tener que dejar en la puerta mis principios.
-Tú…
-Siguiente tema…
-¿Y tu velociraptor?
-¿Cuál?
-El que te regalamos…
-¿Era un velociraptor?
-Lo es.
-No lo parece.
-Pero lo es.
-¿Sí? ¿Los recuerdas de la infancia?
-Pedazo de… Lo compré en el Museo, es una recreación fidedigna de…
-Tiene pelo
-...de lo que…
-…y una cresta…
-…se supone que fue…
-Parece que Spike se folló a Gizmo y salió un mapache.



El velociraptor.


-¡¡¡Es un regalo!!!
-Como la Estatua de la Libertad. No tienes muy claro si va con segundas, no sabes dónde ponerlo, no tiene que ver contigo y lo único que sabes es que el otro pensó “Seguro que no tenía uno de estos”.
-Es lo que consigues siendo agradable con alguien.
-No, eso es que se te caiga la nariz.
-¡¡¡ERES IMPOSIBLE!!!
-Sólo ligeramente improbable.
-Así que no me escribirás nada.
-¿He dicho yo eso?
-¿Lo harás?
-Claro, algo divertido, cómico, ligero. Nada de dos páginas de diálogo, mejor un chiste.
-¿Un chiste?
-Los Siete Enanitos quieren ver al Papa. Consiguen una audiencia y le preguntan: ¿Hay monjas enanas? El Papa, sorprendido, pide a un secretario que haga averiguaciones. Rápidamente la consulta es respondida: No, no las hay. En ese instante, entre grandes carcajadas seis de los siete enanitos comienzan a cantar: “¡¡¡Gruñón se ha follado a un pingüino, Gruñón se ha follado a un pingüino!!!”
-La próxima vez paso de decirte nada.

29 enero 2007

Racas!

Estas son las cosas que se oyen en las películas....

"Si tú saltas yo salto"

"Como desees"

"Tú haces que quiera ser mejor persona"

"Me gustas tal como eres"


Y estas son las cosas que oye Lorzagirl...

"Harías buena pareja con mi hijo. Como los dos sois gorditos..."

"Me gustaría que me hicieras una mamada pero me da vergüenza que me veas la colita"

"Me siento cómodo contigo porque no pareces una mujer"

"Me gusta abrazarte, eres tan blandita"

"Te penetraría por todos los orificios si no fuera porque eres capaz de defenderte"

"Necesito contacto físico. No es por ti, lo haría con cualquiera"


Por escrito también...


Menos mal que tengo a mi familia para darme apoyo con frases como esta:

"Niña, no te preocupes, que si pierdes unos cuantos kilos todavía puedes conseguir novio"

Estoooo... gracias. Creo.

26 enero 2007

Niños tontos

Es el último de museos, de verdad, y se lo dedico a Be porque me acordé mucho de ella ese día infame.

A veces, cuando voy a visitar un museo con mis alumnillas, el museo nos pone un guía.
Normalmente eso supone que la calidad de la explicación aumenta en un 1000%.
Normalmente, ojo.
Porque como tiene que haber de todo, una vez nos tocó un guía especial.
Saber de lo suyo sí que sabía. Muchísimo. Y lo explicaba de maravilla. Y se notaba que disfrutaba.
El problema era que para amenizar la charla incorporaba añadidos personales.
A lo largo de la visita tuvimos que oir cosas como:

"Los cristianos siempre hemos sido superiores a los musulmanes."

Haciendo amigos.
Bueno, sí, puede ser. Lo que pasa es que los cristianos se dejaban dar de toñas por educación.


"Fernando el Católico no pintaba nada. Isabel inventó lo del tanto monta para que no se sintiera desplazado."

Uf... Habría que preguntarle a Isabel, que lo mismo ella nos dice que Fernando lo que es montar, montaba más de la cuenta.


"Los ingleses ganaron en Trafalgar porque los franceses huyeron."

Pues mira, sí, suele ocurrir que el que huye pierde.


"Nelson no tenía ni idea, lo que pasa es que tenía mucha suerte."

Ahí mi corazoncito empezó a llorar lágrimas de sangre como poco. A Nelson no me lo toca nadie. Pero bueno, más o menos aguanté, toda educada, sin decir ni pío.

Y entonces soltó esto:

"Antes el que era fuerte sobrevivía, y el débil moría: así se lograban las hazañas. Y no como ahora, que cuando nace un niño tonto el estado le da una pensión y hay que mantenerlo hasta que se muera."

Llegado este punto me metí un puño en la boca y me dije a mí misma "soy la profe, tengo que comportarme". Bueno, en realidad fue más bien un "doy da frofe, dengo gue gorbordarme", que hablar con un puño en la boca no es fácil y se te pone el jersey lleno de babas.

El caso es que mis alumnas no tienen la, ejem, serenidad interior y capacidad de autocontrol que yo tengo, así que antes de que me diera cuenta una ya se me había desmadrado:

-Y a los que no pueden darles pensión, ¿les ponen de guías?

Jo. Me temo que las estoy llevando por el Reverso Tenebroso.

24 enero 2007

El meme de Ternin

Ternin me ha pasado un meme.
La idea es esta:


Coge el libro que tengas más a mano,
Ábrelo por la página 123
Busca la quinta frase (que no línea)
Y escribes las 3 frases que le sigan en tu blog.


A mí al principio la idea me pareció buena, porque normalmente cerca del ordenador lo que tengo más a mano son un montón de libros de esos que cuando los vas leyendo en el metro la gente te mira como si fueras inteligente.
Así que dispuesta a seguir las instrucciones alargué el brazo y agarré el que coronaba la pila...

Y resultó ser este:




Venga, ahora lo escaneo de canto como si fuera un adláter serio:



Y esto, ¿de dónde c*ñ* ha salido?

Rebobinamos:

Cuando pasé mi etapa chunga le pedí a Eme A que me prestara libros.
-¿Qué tipo de libros? -preguntó.
-Libros alegres, de gente feliz, porfi -el porfi es una licencia artística para parecer más humana. En realidad a mí me va más el "AHORA".
Eme A, con toda su buena intención, seguro, empezó a traerme libros, lo que pasa es que para mí que los escogía a mala leche.
Después de leerme El Maestro de Esgrima, Cachito y El Húsar, los tres de Arturo Pérez-Reverte, llegué a la conclusión de que tenía que hablar con Eme A y aclararle sutilmente un par de cosillas.
-¿Esto es lo que tú entiendes por libros alegres, eh?
-Bueeeeno...
-¡Uno es un triste, el otro un pringao, y al otro le van a dar tal somanta palos que va a tener que cantar La Marsellesa con una ouija...!
-Bueno, Lorz, no te pongas así (y baja el arma, ¿quieres?). Tengo uno que te va a gustar.
-¿Es alegre?
-Reirte seguro que te vas a reir...
Y me endosó el tomito.
Yo le di una oportunidad, de verdad: lo abrí, vi que empieza cuando muere el padre de la prota y llegué a la conclusión de que Eme A me odia y escoge los libros a mala leche para amargarme la vida.
El libró lo abandoné en la pila de "evitar a toda costa", con El código da Vinci, y me olvidé...
Y ahora me toca sacarlo en un meme.
En fin.
Cojo la página 123 (que no sea un dibujo, por favor, que no sea un dibujo), la quinta frase, y lo que leo es:

Flipo. No dejo de flipar. ¿No eran así los culebrones venezolanos?
Soy feliz.



Jo. Pues esta vez sí que ha elegido bien.


Pd: Ahora se lo tengo que pasar a cinco personas... Se lo paso a las chicas de Quédate a dormir (cuentan como 4, ¿no? Jo), a Eme A (y que él elija si se lo endosa a Cosas de Frikis o a ADLO!, Tako (para que vea que en realidad no le odio tanto), Perlita de Huelga y Gato.

21 enero 2007

Lluvia dorada

Hermano Pequeño me ha pedido que cuente una anécdota que le gusta mucho (sus oscuros motivos tendrá), así que continuamos con historias de museos.

En este museo concreto tenían cuentacuentos los domingos por la mañana: se escogía un objeto, y se contaba una historia relacionada con él.
El objeto de aquel día era una lucerna griega.
Una lucerna es como la lámpara de Aladdín pero más corta, más plana, de cerámica y con dibujos. Vaya, que se parece a la lámpara de Aladdín en que tiene asa, tapita y salen cosas por el pitorro.
El cuentacuentos tenía un público nutrido, compuesto de críos y padres de críos, y estaba triunfando:

-Acrisio, rey de Argos, estaba muy preocupado porque no tenía hijos varones, así que decidió consultar a un oráculo para ver si iba a tener alguno. El oráculo se salió por la tangente y le dijo que su hija Dánae tendría un hijo que lo mataría -a Acrisio, no al oráculo, que sospecho que al rey lo que le hagan al oráculo se la pela-, así que Acrisio decidió encerrar a Dánae en una torre para que no tuviera hijos. Por desgracia Zeus se enamoró de Dánae -debía tener internet en la torre-, consiguió llegar hasta ella en forma de lluvia dorada y la dejó embarazada. Dánae tuvo un hijo, Perseo, y a Acrisio le entró el pánico -de corbata se le pusieron, oyes-. No se atrevía a matar a un hijo de Zeus, así que lo que hizo fue encerrar a Dánae y a Perseo en un cofre de madera y arrojarlos al mar, y así si se ahogan yo no he sido. Se salvaron, y Perseo creció y creció. Como conocía la profecía, trató de evitar el reino de Argos a toda costa, pero coincidió con Acrisio en unos juegos atléticos. Estaba Perseo jugando a lanzar la jabalina, la lanzó y ¡zas!: la jabalina alcanzó acidentalmente a Acrisio y lo mató. Y así fue como se cumplió la profecía.

Jo.
Yo estaba superemocionada de ver allí a todos los críos tan pequeñitos, escuchando sin perder palabra y en silencio total.
Llegado a este punto el cuentacuentos decidió convertir el cuento en una actividad interactiva.

-A ver, niños -dijo-. ¿Quién creeis que tiene la culpa de que Perseo matara a su abuelo?

Entonces uno de los niños, pequeñito y mono, de esos que sólo se ven en los anuncios, levantó la mano.

-¿Mi papá?

Curiosamente, la que se puso colorada fue la madre.

19 enero 2007

Tarquinio el Soberbio

Este es un mensaje para los alumnos de 4º de ese instituto de Sanse (sí, vosotros, no disimuleis...): si pensais que Sark tiene todo el derecho del mundo a llevar una navaja es que no le conoceis...
¡Pedidle a vuestro profe de Lengua que os lo presente!


Parece que al final esta va a convertirse en la semana del museo...

En una etapa muy chunga de mi vida me vi convertida en guía de una exposición.
Y dentro de esa etapa hubo un momento especialmente chungo en el que tuve que enseñarle la exposición a niños.
Sí.
NIÑOS.
De entre 5 y 10 años.
La cosa no empezó mal.
El cuadro de "la explosión" les gustó mucho.


El Vesubio visto por Pierre-Jacques Volaire.

Y después de enseñarles a Santa Eufemia devorada por el león ya me los había ganado por completo.


Santa Eufemia, por Andrea Mantegna



Y entonces llegamos a esto.


Lucrecia, de Parmigianino.

-¿Habeis oído hablar del Imperio Romano? -empecé.
-¡Sííííííí!
-Pues antes del Imperio había una República, y antes de la República una Monarquía con sus reyes y todo. El último rey romano se llamaba Tarquinio, apodado El Soberbio. Estaba un día Tarquinio con sus generales cuando empezaron a discutir quién tenía la mujer más virtuosa. Como todos decían que la suya era la mejor esposa y no se ponían de acuerdo, decidieron ir a espiarlas. Se llevaron una gran decepción, todas las esposas eran unos pendones desorejaos... Menos Lucrecia, que en ausencia de su marido se dedicaba a bordar junto con sus esclavas, la muy sosa. Su marido ganó la apuesta, pero por desgracia para entonces Tarquinio ya se había enamorado de ella, así que envió al marido de Lucrecia a una misión muy lejos de allí, y mientras él no estaba se plantó en la casa y le dijo a Lucrecia que... que...

Empezaba a darme cuenta de que mejor hubiera hecho en saltarme ese cuadro.
O hablarles de la pureza de los tonos y la riqueza cromática de la paleta.
Lo que fuera, menos meterme en ese berenjenal, porque me daba la impresión de que a los padres de los chavales no les iba a hacer ninguna gracia que les contara la versión íntegra de la historia.

-¿Qué le dijo, profe?
-Um... Le dijo que quería ser su, eh... amigo. Sí. Eso. Pero Lucrecia le dijo que no podía, porque quería mucho a su marido. Entonces Tarquinio le dijo que la mataría a ella y a su esclavo, y le diría a todo el mundo que les había sorprendido, estoooo, jugando juntos. Así que Lucrecia, para salvar su vida y la del esclavo, se hizo, ejem, amiga de Tarquinio. Cuando su esposo regresó le contó lo que le había pasado, y luego le dijo, "churri, yo sé que mi corazón es puro, pero por si alguien duda, me mato". Y se mató.
-Qué complicado, profe...
-Sí, un poco.
-¿Por qué no dices que se acostaron y ya está?
Pues sí, mira, habría sido más sencillo.

16 enero 2007

Resistencia a la autoridad

Confieso: yo también he tenido roces con el personal de seguridad de los museos, ojo.
En una ocasión, acompañando a un grupo de chavales mexicanos, un prosegur les llamó sudacas.
Por suerte eran jóvenes e inocentes.
-¿Qué es sudaca? -me preguntaron.
-Pueeeeeees, ejem, un gentilicio.
-Que gracioso hablan acá -dijeron, y la cosa no llegó a más.

La vez que yo ya me veía en un calabozo fue el día que visité el Palacio Real con mis alumnas.
Madrid tiene un Palacio Real muy bonito, que se puede visitar, y que además organiza unas exposiciones temporales muy interesantes y de pase gratuito, un lujo.
Así que cogí a mis chicas y me planté en la puerta del Palacio, y cuando íbamos a entrar se nos acercó un miembro de las fuerzas de seguridad del estado, con su uniforme de gala y todo.
-¿Dónde van?
-A la exposición.
-No se puede pasar.
-¿Por qué?
-Actos oficiales.
Se me olvidaba un pequeño detalle: el Palacio Real sigue en uso, y cuando hay actos oficiales se cierra al público. Normalmente se puede consultar por teléfono los días que está abierto, pero a veces surgen imprevistos y plaf, te lo cierran sin avisar.
-Pe-pero... si está la puerta abierta...
-Sí, pero por motivos de seguridad sólo se puede entrar a la cafetería.
Me quedé de pasta boniato. ¿Seguridad para quién? Desde luego, no para el pincho de tortilla.
En fin, como está muy mal discutir con las fuerzas de seguridad del estado, sobre todo si son tres veces más grandes que yo y van armados, me volví a mis alumnas y les anuncié que mejor no íbamos a ver la exposición, pero no porque lo diga este señor, eh, sino porque a mí ya no me apetece.
-¿Y qué hacemos?
-Pues ya que estamos aquí vamos a ver la Catedral de la Almudena.
-Pero si es muy fea...
-No es fea, es... simpática.
Más o menos convencidas nos dirigimos a ver los famosos relieves de la puerta principal, pero cuando íbamos a mitad el representante de la autoridad de la puerta llegó corriendo hasta nosotras.
Jo. Eso es que le he gustado.
-¿Dónde van? -volvió a preguntar.
-A ver las puertas de la Catedral...
Para mí que sonó a mentira de las gordas. La gente intenta mirar la Catedral lo menos posible, por si se le desprenden las córneas o algo.
-No pueden estar aquí...
-¿Tampoco?
-No. Es por motivos de seguridad...
-Oiga, somos una clase de arte. Yo soy inofensiva -vale, mentí-, y mis alumnas también.
Detrás mía mis alumnillas pusieron cara de buenas. O lo intentaron. No coló.
-Lo siento, no puede ser.
-Vale, no importa.
Retrocedimos unos metros.
-Bueno, tendré que explicarlo desde aquí...
-Disculpen, aquí tampoco puede ser.
-¿Y un poco más allá?
-Tampoco.
-¿Y...?
-Que no.
-Jo.
A estas alturas ya teníamos a tres señores de uniforme a nuestro alrededor, y entonces fue cuando mis alumnas sacaron la rebeldía adolescente que llevan dentro.
-Que sólo queremos ver las puertas...
-¡Si no vamos a hacer nada!
-Somos buenas.
-Y monárquicas.
-Será un ratito, ¿a que sí, profe?
A la profe, o sea a mí, le estaba dando un temblor de pensar que tenía que explicarles a las familias de las alumnas que las habían detenido por resistencia a la autoridad. Además es que las conozco, y ese afán repentino por aprender me estaba dando mala espina hasta a mí. Mira que si resulta que son una férula terrorista de esas, a ver quién se va a creer luego que yo no tenía ni idea.
-Venga, chicas, da igual, os las explico desde lejos.
Nos fuimos alejando, escoltadas por los tres señores de uniforme, que sólo nos faltaba el palio.
Nos acompañaron hasta la acera.




Lejos.
Muy lejos.
Superlejos.
Y además empezó a llover.
Pero aquello ya era una cuestión personal, así que me planté en la acera, y mis alumnas detrás mía, y delante los tres señores de uniforme haciendo de barrera, con cara de circunstancias.
-Bueno -empecé-, si mirais por encima del benemérito de la izquierda, podeis ver parte del relieve de la Trinidad...
Cuando acabé de explicar di las gracias a los guardaespaldas y nos fuimos a ver el interior de la Catedral que, por suerte, tiene puertas también por el otro lado.

Jo, pensé, después de esto ya no nos puede pasar nada.

Error.

Dentro de la Catedral me empeñé en explicarles a las chicas que no es que las vidrieras sean feas, es que son simbólicas.
A las alumnas les dio la risa floja.
-Jijijiji... simbólicas...
-Jijijiji, simbolizan lo feas que son...
Yo intentaba poner orden.
-Chicas, que estamos en un recinto sagrado, por favor, un poco de autocontrol...
Pero ni caso, oyes.
Entonces se oyó La Voz.
-SILENCIO, POR FAVOR.
A mí se me hizo el estómago una bolita.
Lo que faltaba.
-¿Dios? -pregunté.
-No profe -dijeron mis chicas-: altavoces.
Jo, que susto.

15 enero 2007

Arte!

Este se lo dedico a Sark, por resistir estoicamente los arranques de mi dulce caracter.

Recientemente hemos llegado a la conclusión de que ir al cine puede ser peligroso.
Por eso hemos decidido evitarlo, y en lugar de irnos a ver María Antonieta, la reina adolescente, Efe, Eme A, Sark, ZaraJota, Be y yo decidimos ir a ver una exposición en un museo.

Jo.

Había mogollón de gente.
Total, para ver cuadros, que es que en esta ciudad hay gente para todo.
Tuvimos que esperar casi una hora de cola.
Y luego, cuando por fin llegamos a la entrada, nos encontramos con que había que pasar los bolsos por un escáner y las personas humanas por un arco detector de metales.

Be y Efe pasaron sin problemas, demostrando con ello que las medidas de seguridad del recinto eran de lo más permisivas.

Los problemas empezaron con ZaraJota, porque el escáner detectó un peligroso artefacto dentro de su mochila: un objeto metálico punzante de triple punta envuelto en una carcasa de plástico...

Un tenedor dentro de un tupper, vaya.

-Es que como en el trabajo, y me tengo que llevar la comida y...
-Pues va a tener que dejarlo en la cabina de seguridad.
-Snif.
Obediente, ZaraJota fue a la cabina de seguridad.
-Vengo a entregar esto.
-¿Por qué?
-Porque no voy a sacar el tenedor de dentro, que debe estar asqueroso...
Ante la solidez del argumento el de seguridad se queda con el tupper.

Mientras, todavía en la entrada, Sark cruza el arco detector y pita.
-Por favor -dice la azafata-, saque los objetos metálicos de los bolsillos del abrigo y deposítelos en esta bandeja.
Sark no dice nada.
Eme A y yo damos un paso atrás.
Con lentitud pasmosa, Sark empieza a sacar objetos de sus bolsillos.

TODOS.

UNO a UNO.

-Esto es un libro. Esto es un paquete de chicles. Esto un boli. Azul. Esto una factura -explica mientras saca cosas y las pone en manos de la azafata.
-Por favor -suplica la chica-, sólo los objetos metálicos.
-¿Y cómo voy a saber si son metálicos si no los saco para verlos?
Ningún ser humano ha estado nunca tan cerca de ser golpeado a la vez por una azafata, un prosegur y una Lorz que estaba a medio nanosegundo de convertirse en un supersaiyan de nivel chorrocientos, del puro cabreo.
Faltaba menos de una hora para que cerraran la exposición, y la gente que hacía cola detrás de nosotros empezaba a proponer un linchamiento colectivo.
De eso nada, pensé.
Si hay que lincharlo ya lo lincho yo, hombreyá.
Cuando la bandeja estuvo a rebosar de sarktefactos apareció el objeto metálico en cuestión: una navajita suiza de las de toda la vida, con su sacacorchos y todo.
-No puede pasar con esto a la exposición -informa el prosegur-. Tiene que dejarlo en la cabina de seguridad.
Bien, pensé. Solucionado. Y además así el objeto metálico punzante de triple punta no se sentirá solo, oyes, que tiene que ser muy duro que te dejen en la cabina de seguridad cuando todo el mundo está por ahí divirtiéndose salvajemente en una exposición.
Pues de eso nada, porque Sark se negaba a separarse de la navaja suiza.
Por si nos atacaba un oso, supongo.
-¿Y por qué no puedo pasar con la navaja?
-Porque es peligroso -explicaba el prosegur.
-Sí, claaaaaaaaro... Una navaja de boy scout, ya sabe, esos famosos vándalos...
La tensión se mascaba en el ambiente.
Por suerte en ese momento intervino Eme A.
-Lorz, por favor, no le pegues...
-¿Por qué?
-Porque hay lista de espera, y los que llevan años se pueden cabrear si te adelantas.

Jo.

Siempre me estropea la diversión.


La historia según Efe, aquí, aquí y aquí
Y si alguien se anima a dar su versión (sí, lo digo por ti) que me lo haga saber.

12 enero 2007

Vigilancia

-¿Qué es esto?
-Un taladro.
-¿Y qué hace aquí un taladro?
-Lo habrá dejado el de mantenimiento, como están desmontando el pasillo de los juguetes...
-Menuda idea, para que venga cualquiera y se lo lleve.
-No creo, está aquí Lorz.
-Sí, pero Lorz no se entera de nada, ¿verdad Lorz?
-¿Qué?

Pd. Tardaron casi media hora en contarme de qué se reían.

10 enero 2007

Estrella invitada XII: Ternin

Como en este mundo tiene que haber gente para todo, a Ternin le hacía ilusión ser una de mis estrellas invitadas.
Jo.
Con lo que me costó engañar a los demás, y ahora me salen voluntarios.

Pd: Si hay un degenerao más al que le apetezca ahorrarme trabajo que se diriga a lorzagirl@gmail.com.

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Aquí estoy henchido de placer e intentando ganarme el honor de ser la estrella invitada del blog de Lorzagirl.

Bueno ¿y de qué hablo? Porque algo tendré de decir, digo yo. ¿Quizás alguna anécdota humillante? No, de esas ya hay muchas por aquí. Como mi blog va de tebeos y esas cosas que pervierten la mente, hablaré de algo igual de morboso a la par que misterioso: las identidades secretas.

Es el alter ego, el personaje inventado de todos los blogueros. La verdad es que tener un nick como, yo que sé, Antonio Jesús... pues no mola. Sobre todo pudiéndote apodar Doctor Gótico o Dj Devoltura. Yo soy Ternin (qué tal está, yo encantado de conocerle), mi novia se llama Elara y lo que voy a contar es un testimonio estremecedor a la vez que verídico.

Yorkshire (otra identidad secreta) llama por teléfono a mi casa para quedar conmigo pensado que yo ya vivo con mi futura mujer (Elara).

Ring, ring, ring

-Diga.
-Hola, Elara. Soy Yorkshire ¿está Ternin?
-...

Fundido en negro.

La Terninmamá, la persona que cogió el teléfono, se quedó con las patas colgando y la prueba evidente de que su hijo está metido en movidas muy raras...

Pues nada más, con este trocito de verdad de la buena, me despido no sin antes soltar la moraleja cual final de capítulo de los
Masters del Universo: ¡Cuidad vuestras identidades secretas, chavales!

08 enero 2007

La venganza de los Reyes Majos

-¿Has visto el conejo de la abuela?
-¡Siiiiiiiií!
-Es taaaaan bonito...
-¿Puedo tocarlo?
-Claro, toca.
-Oh, ¡que suave es!
-Sí, me encantan los pelitos que tiene.
-Y el color.
-Además es dócil, se deja hacer de todo.

...

Queridos Reyes Majos: ¿tan difícil habría sido regalarle a la abuela un hámster?

04 enero 2007

Carta a los Reyes

Queridos Reyes Majos:

Este año he sido muy...
Este año he sido bu...

Este año he sido fiel a mí misma.
El año pasado me pedí a
Johnny Depp y me cayó una bufanda.
Espero que después de la conversación que he mantenido con Melchor (a quien deseo un pronto restablecimiento) ese lamentable error no volverá a producirse.

Con cariño,

Lorz.

03 enero 2007

Ya vienen los Reyes Majos...

-Señorita, ¿me envuelve esto para regalo?
-¡Sí, claro! Le haré un bonito paquete. Me encantan los paquetes, ¿sabe? Y además se me dan fenomenal. Soy la que mejor se ocupa de los paquetes de todo el supermercado, tanto que puedo asegurarle desde ya que una vez que acabe con su paquete usted quedará enteramente satisfecho.
-Gracias.
Jo.
Malditos mente-limpia.

02 enero 2007

Propósitos de año nuevo

Propósitos para el 2006
Propósitos para el 2007
Perder peso
Recuperar mis bufas
Salir más
Ver a mi familia
Conseguir otro trabajo
Dejar uno de los trabajos
Dormir ocho horas
todas las noches
Dormir todas las noches
No apalancarme en el sofá
No apalancarme
en el sofá de Be
Comer sano
Comer
Hacer amigos
Hacer amigos normales